Cuando compramos una vivienda, siempre tenemos en cuenta factores importantes que influyen sobre nuestra decisión, como el precio, los metros cuadrados o el número de habitaciones. Sin embargo, solemos olvidar uno muy importante, la orientación.
Del lugar dónde se encuentre nuestra residencia y su orientación, dependerá en gran medida nuestra comodidad y bienestar. Por ejemplo, la luz y el calor que recibamos durante el año, determina el confort de nuestra casa, pudiendo esto influir sobre otros factores como es el ahorro o el gasto energético.
Fuente | El Blog de Anida